Empieza el día con energía ¡Adiós depresión!

COMO EMPEZAR EL DIA CON ENERGIA.

NO MÁS DEPRESIÓN

Constantemente los seres humanos tenemos variaciones en nuestro fìsico, en nuestra forma de ser, en nuestra manera de pensar y por supuesto en nuestro estado de ánimo. Las tristezas, las preocupaciones, las perdidas de un ser querido, las enfermedades, todo conlleva a que nuestro cuerpo reaccione de distintas maneras cuando no le sabemos dar manejo a esas emociones. Es siempre recomendable que asistas a terapia profesional, por que si nuestro cuerpo requiere de chequeos médicos para conservar nuestra salud, nuestra mente también y es algo muy normal.

Como consecuencia de todas esas variaciones anímicas sin un manejo adecuado, podría empezar a asomarse la DEPRESIÒN, que es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.

Déjame contribuir a que pierdas la pereza, la tristeza y la falta de energía.

El primer paso es aceptarlo y tratar de poner un poco de tu parte, buscar ayuda profesional por que no es fácil que alguién cotidiano comprenda tu sentir. 

Lo que sientes es importante y por eso debes darle esa importancia. Un profesional podrá guiarte para que puedas desatar esos nudos que se han ido formando.

Quiero animarte un poco con una rutina de estiramientos que te ayudarán a mejorar la energía desde el inicio de la mañana:

Quiero que sepas que no estas solo. Que tu sentir es válido e importante. Que eres un ser valioso y sobre todo valiente por que estás logrando superar tu situación. Recuerda que todo es pasajero y si te ayudas un poco, lograrás dominar tu mente con el poder que tienes y saldrás de esto. Te quiero mucho.

¿Cómo identificar la DEPRESIÓN?

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la depresión?

Entre los síntomas frecuentes de la depresión se incluyen los siguientes:

• sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”;
• sentimientos de desesperanza o pesimismo;
• sentimientos de irritabilidad, frustración o intranquilidad;
• sentimientos de culpabilidad, inutilidad o impotencia;
• pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos;
• fatiga, disminución de energía o sensación de que está más lento;
• dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones;
• dificultad para dormir, despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado;
• cambios en el apetito o en el peso sin haberlos planificado;
• dolores y molestias, dolor de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento;
• intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte o el suicidio.